ASTILLERO MARIDUEÑA

RESEÑA HISTÓRICA

Astillero Maridueña tiene sus inicios en el año 1960 de la mano de su fundador Don Segundo Maridueña Córdova, quien empezó trabajando en Puerto Bolívar dando sus inicios en la reparación de embarcaciones y en la carpintería naval, luego al llegar a Guayaquil y con la venta de una pequeña lacha de las construidas en Puerto Bolívar adquiere un terreno de gran extensión a orillas del Rio Guayas, al Sur de Guayaquil para la construcción de un aserradero, este recibe el nombre de Aserrío San Fernando, llegando a convertirse en uno de los principales aserraderos del país, ya que contaba con maquinaria de origen alemán adquiridas a base de mucho esfuerzo; posteriormente se decreta la prohibición de la tala de árboles en Guayaquil.

Al encontrarse con esta adversidad, Don Segundo Maridueña decide dedicarse a la reparación de embarcaciones de madera, y fue en 1982 que solicita los respectivos permisos para el funcionamiento de un Astillero Artesanal, donde inicio sus actividades de reparación con una sola cama de varada construida por el mismo en madera. Posteriormente, con el auge de exportación de camarones en el país, se dio inicio a la construcción de pequeñas embarcaciones de madera para luego continuar con la construcción de las gabarras Victoria y Elenita en honor a sus hijas, las cuales fueron vendidas a la empresa Navipac y una empresa camaronera del país, respectivamente.

Trabajando tenazmente, durante día y noche por algunos años Don Segundo Maridueña da cabida a la reparación de embarcaciones de acero naval, donde una de las primeras embarcaciones en ser varando fue de la propiedad del Sr. Roberto Aguirre de la Compañía NIRSA. Cada vez se incrementaba la demanda de estos servicios lo que implico la construcción de más camas de varada y la implementación de equipamiento, tecnología y personal.

“Lo que más me llena de satisfacción es que no solamente reparamos sino que también construimos embarcaciones nuevas, lo cual es un gran paso en la Industria Naval de nuestro país”

Los Hijos de Don Segundo Maridueña aprendieron el oficio desde muy temprana edad, mientras observaban a su padre reparar y construir barcos; actualmente son ellos quienes llevan la administración de Astillero Maridueña, dando paso a la nueva generación que tras sucesivas fases de crecimiento y ampliación dan origen al gran astillero que es hoy en día, donde se construyen desde pequeñas embarcaciones, como botes y lanchas hasta grandes barcos de turismo y de pesca.

“Todos no vamos a tener esa fortaleza, esa constancia de luchar para así lograr buenas metas” Don Segundo Maridueña Córdova

Dentro del crecimiento de Astillero Maridueña se ha ido sumando otros puntos de trabajo, como taller mecánico, taller hidráulico, taller de carpintería y pintura, maestranza, entre otros. Esto ha permitido que Astillero Maridueña adquiera la solidez y versatilidad necesaria para responder con garantía a las exigencias del mercado nacional e internacional.

“Yo por mi parte creo haber cumplido con mi misión, ahora mis hijos deberán seguir avanzando, creciendo y haciendo de Astillero Maridueña el principal Astillero del país”